Según sé (a modo de introducción)


Según sé, el arte necesita valoración para ser arte. Entonces, ¿qué pasa cuando la obra no cabe dentro de los formatos tradicionales? Cuando la técnica no es óleo o carbón, o un cincel contra la dura roca, sino alguna herramienta digital. ¿Qué pasa cuando la obra consiste en la modificación del uso tradicional de un espacio para convertirlo en algo que no debería ser?
Según sé, es necesario que alguien con la capacidad (alguien del campo del arte, más específicamente, del campo de la crítica y valoración del arte) diga que tu obra es arte para que ésta se convierta en arte. Pero entonces vuelve la incógnita, cuando no existen las galerías, ni los críticos, cuando la obra no existe materialmente ¿quién decide qué es arte y qué no lo es?
Qué pasa entonces cuando las galerías no son, es decir cuando no existen. En los que la interacción del espectador con la obra es a través de un monitor, de un proyector. No existen críticos, o más bien, todos tenemos la oportunidad de ser críticos, de opinar o de blasfemar. Las posibilidades de éxito del artista consisten en materializar su obra. Es decir el capital económico que tenga el artista para imprimir y publicar y exponer sus creaciones en un medio tradicional.
Las razones por la que elegí el arte en internet no son muchas. Creo que basé mi decisión en un aspecto muy personal. Me considero un artista de closet que llevo un poco más o menos seis meses posponiendo un par de proyectos, mi tirada es lanzarlos por internet y después llevarlos a la calle en forma de carteles y esténcils. De aquí se derivan los otros dos movimientos que estaré estudiando, movimientos que van muy de la mano, las instalaciones y los site-works.
Como habitante de una ciudad inmensa como lo es Guadalajara, creo firmemente en la recuperación de espacios públicos, y creo que una de las mejores maneras de hacerlo es a través del arte, sea cual sea su manifestación. Desde músicos hasta cirqueros pasando por mimos y payasos y happenings, hasta instalaciones, ya sean escultóricas o pictóricas, las obras invaden la ciudad y buscan en palabras del artista tapatío, Poncho de Anda. “quitarle lo cotidiano a lo cotidiano y, si se puede, sacarle a la gente una sonrisa”.
Siendo el arte en internet un movimiento tan nuevo, me concentraré en lo ocurrido en los últimos diez años. Por lo que este trabajo comenzará en el año 2000 y terminará hoy.
Como eje opcional estudiaré otro movimiento artístico que se relaciona con los ejes de este trabajo, la ilustración callejera. El trabajo de artistas que han llevado su obra más allá del grafiti y crean murales o imágenes, paisajes o rostros en las calles, algunos con el fin de mostrar su obra, otros con el objetivo de recuperar las calles, convirtiéndolas en galerías. Otros con ambos fines, algunos más con cualquier otro motivo.
Según sé, sería una pendejada no presentar este trabajo en un medio virtual.
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